De la Progenie

Éstas son las palabras que Caín dijo
Respecto a nuestra Progenie
Mientras gobernaba Enoch, como su Rey.
Escuchad las palabras de Caín, el dictador de leyes:

"No Abrazaréis Progenie contra Mi voluntad,
Y si os es permitido,
Entonces escoged sabiamente entre los Hijos de Adán,
Cuando penséis en ellos, pensad en vuestro futuro Hermano o Hermana.

Mirad la sempiterna noche sobre vuestras cabezas,
Y sabed la profecía de Uriel:
Siempre se alzarán los Hijos
Para matar a sus Sires.

Sabed que al igual que pasa con todas las otras cosas, el Padre
Supera al Hijo, la Madre supera a la Hija:
Tan sólo a través de Mí llegaréis a la Verdad,
Tan sólo a través de Mí llegaréis a la Paz,
Tan sólo a través de Mí despertaréis vuestro
Poder.

Sabed que, el derecho a la vida o a la muerte,
como en mis tiempos,
Será siempre del Sire sobre el Chiquillo,
Pues así es cómo en el Cielo,
Al igual que en el mundo,
Están fijadas las cosas.
Mi padre Adán, sobre mí,
Yo, sobre vosotros,
Y vosotros, mis Chiquillos, sobre vuestra Progenie.

No permitas que viva tu Chiquillo,
Si ha matado
Uno de tus Hermanos
Y se ha bebido la sangre de su corazón.
Ésta es la Senda de la Serpiente, Y yo no la consentiré.

No deberéis Abrazar a quien sea indigno,
No deberéis Abrazar a alguien como castigo,
Ni deberéis Abrazar a quienes son aún jóvenes,
Pues deben vivir mucho antes de poder entrar
En ésta Mi familia, pues así la sabiduría de nuestra estirpe
crecerá.

No deberéis Abrazar aquellos que están enfermos,
Dementes, o llenos de humores enfermizos,
Pues contaminarán la Sangre.

Nunca deberá haber más estirpe de Caín
Que estirpe de Seth en un mismo lugar,
Ni más de uno de Caín
Por cada tres de Seth.

Todo Chiquillo aprenderá de su Sire
La Ley y las Tradiciones,
Los Ritos y las Costumbres,
Como yo les he dado a vosotros.

No deberéis Abrazar a las Bestias Lunares,
Pues serán expulsados llamados
Abominaciones.
Ni deberéis probar su sangre,
Pues están prohibidos,
Traen la Muerte a nuestro hogar.

No deberéis Abrazar la sangre de los Iluminados,
Antes bien escuchadlos,
Vigilad sus movimientos
Y atacadlos veloces si presentan batalla:
Son una poderosa espada, a veces muy afilada.

No probareis la sangre de los Seres Salvajes,
Pues en esta radica su Locura,
No deberéis Abrazarlos:
No sobrevivirían.

No Abracéis el Amor, pues el Amor en mi Abrazo
Crecerá frío, se marchitará y morirá".